Al plantearme por primera vez este artículo, mi primera pregunta fue ¿necesita la música electrónica nuevas formulaciones? Pronto me dí cuenta de que estaba cayendo en el rol separatista y clasista propio de una mentalidad reducida incapaz de contemplar la inmensidad de la música en su grandioso contexto. Y por su puesto, no quiero decir con esto que no haya diferentes tipos de música, en realidad hay tantos tipos de música como músicos que tocan música. Visto así, bajo mi punto de vista, no se puede entender la música sino se tiene una visión holística de un todo conformado por casi infinitas partes relacionadas entre sí inseparables e indivisibles que a su vez reflejan la complejidad del todo al que pertenecen.
Bien, si has llegado hasta aquí y la cabeza no te ha explotado en un intento de comprender lo que estaba diciendo puedes ser uno de los candidatos a que te guste (si todavía no los conoces) Brandt Brauer Frick tres señores alemanes con un look actualizado de Kraftwerk que un día decidieron abandonar la simplicidad de la electrónica y aporrear mínimamente la cacerola y el piano de forma repetitiva. Y así como si se hubiesen quedado atrapados en un loop del tiempo y del espacio empezaron a crear canciones con un sello propio que van más allá de lo orgánico y de lo electrónico.
Vale, puede que hayas llegado hasta aquí y todavía no te hayas echo una idea de “a que suena esto?”. En ese caso, si no te suenan los nombres de Steve Reich, John Cale o Brian Eno, no te aconsejo que le des al play. Por otro lado si te fascina el ruido de la bisagra de la nevera mientras está encendido el fuego de gas de la cocina, unido al ruido de frito que hacen las patatas mientras se frien. Este puede que sea uno de tus grupos favoritos.
Señoras y señores:
Brandt Brauer Frick
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